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Comunicación positiva ¿Qué es? ¿sabías que existía? existe y ha sido el resultado de numerosos estudios. Lo cierto y verdaderamente importante de este tipo de comunicación es que se relaciona con el hecho de que tu cerebro se cree todo lo que le digas sea verdadero o no. Tanto así que en el año 2001 publicaron los resultados del «Estudio de las monjas», del doctor David A. Snowdon que buscaba relacionar factores vitales con con el Alzheimer. Durante quince años, estudió a 678 monjas, que iban desde los 75 hasta los 103 años.

¿Qué analizó en este estudio?

Habilidades cognitivas, realizó diversos exámenes médicos incluidos de sangre y hasta sus diarios ya que Snowdon tenía acceso a ello. Dentro de esta muestra (las mojas) se dio cuenta que tenían hábitos similares en la alimentación y ejercicio; vivían juntas y en condiciones similares también. Pero su manera de ver y actuar ante la vida era totalmente diferentes. A continuación una de sus conclusiones más importantes: La longevidad y la salud de las monjas estaba relacionada al expresarse usando emociones positivas. Por tanto, quienes expresaban emociones positivas e intensas vivían 7 años más que aquellas que lo hacían en menor grado.

Comunicación positiva

Si partimos de este estudio, sobre el impacto de las palabras en nuestro cerebro, y en este caso en particular a nuestra salud y longevidad, hoy voy a regalarte mis claves para tener una mayor y mejor comunicación positiva:

1. Uso correcto de las palabras

Para empezar a tener una comunicación positiva contigo mismo, debes conocer que existen unas palabras que se ha demostrado tienen un mayor impacto o podría decir que son mucho más positivas y que recibe tu cerebro con mayor pasión. Estas son : Anhelo, alegre, feliz, enérgico, animado, ilusionado, sonreír, activo, entusiasta, orgullo, y reír.

También están otras palabras que no tienen esas carga positiva tan alta en tu cerebro y ellas son: relajado, apacible, satisfecho, tranquilo y sereno.

Ahora bien, no solo debes tener presentes estas sino, también aquellas palabras que definitivamente debes evitar porque activan de manera negativa tu cerebro: enfado, miedo, asustado, asco, alertado, desprecio, vergüenza, envidia, molestia, o preocupado.

Y por último las palabras que tienen bajo impacto negativo: triste, afligido, perdido y soledad.

Así que como primer consejo se busca que cambies un poco el léxico que usas a diario para hablar con tu cerebro. Reconociendo lo que nos activa de manera positiva y negativa será más fácil lograrlo

2. Optimismo

Se puede definir como una manera de pensar en la que, de manera regular se le atribuyen resultados positivos a eventos actuales y también futuros. Y al practicar este estilo de pensamiento se relaciona con la felicidad, tan subjetiva, y que se debe tener en cuenta si te interesa practicar la comunicación positiva.

El optimismo dicen los psicólogos es hereditario, pero como todo se puede aprender y desarrollar. Para este punto te propongo comprometerte con hablarte manera positiva a diario. Es decir que seas consciente que vivir recordándote tus triunfos, lo bueno que eres en x habilidad o destreza es importante.

No obstante, es importante no caer en el positivismo tóxico. Ese en el que finges que todo está bien, que nada anda mal, donde no te permites sentir tristeza o algo por el estilo. Recuerda que no se trata de actuar como si todo estuviera bien o que ser feliz sea lo único que puedas sentir, porque eso significa reprimirte.

Por lo que siempre recuerda que la luz necesita de la oscuridad para poder brillar. Así que sentirse mal es totalmente válido. Reconoce esas emociones y busca el lado bueno a las cosas que te pasan.

3. Vocación

Se trata de la inclinación a un estado, una profesión o una carrera, según la RAE. Básicamente consiste en darle sentido a lo que haces. Por tanto buscarlo te permite trabajar y sentirte pleno, de esa manera trabajar no se convierte en una carga o una completa maldición. Por el contrario que encuentres sentido en y con aquella actividad que realizas.

De no ser así va a ser difícil que seas positivo. Cuando tu parte laboral se encuentra estancada con pensamientos que hacen referencia todo el tiempo a que <<estás en el lugar equivocado>>, o <<desperdiciando tu talento>>

Buscar algo que te guste en el trabajo y que haga parte de tu pasión. Aplica el optimismo en pleno y búscale el lado amable a lo que haces para no condenarte con tus pensamientos como si fueras una persona que fracasó con su vocación.

Para ello te invito a que hagas una actividad extra que te apasione. En el caso que definitivamente no encuentres razón alguna en tu trabajo o acciones diarias, busca adicionar a tus actividades algo que se relacione con esa vocación.

Y por último y no menos importante, date la oportunidad a diario de practicar. ¿Qué vas a practicar diariamente? decirte cosas bonitas: párate frente al espejo y repítete palabras que refuercen tu autoestima. Practica a diario usar palabras que tengan un impacto más positivo en tu léxico y sé optimista sin caer en lo tóxico que este puede llegar a ser, hasta que encuentres pasión en todo lo que haces.

Escucha el episodio completo aquí

Comunicación Positiva